En febrero de 2011, junto a los
prescriptores de formación que asistieron a la jornada de presentación del
Plan, dedicamos un momento a reflexionar sobre cómo optimizar los recursos
destinados a la formación, tema de actualidad pero de especial relevancia en
aquél momento por la incidencia de la crisis en el día a día de las
administraciones públicas. Nos centramos en la figura del “No presentado”
(aquella persona que una vez confirmada su plaza y sin mediar aviso por su
parte, simplemente no se presenta al curso) y en las medidas que podíamos
acometer para intentar reducir su número.
Las conclusiones de este trabajo ya fueron motivo de un post.
Y como quien no quiere la cosa, han
pasado ya tres años. Tiempo en el que hemos implementado la mayoría de las
propuestas de mejora que allí surgieron y quizás sea un buen momento para hacer
balance (y crítica) de lo conseguido y lo que no.
Allá por el 2011 nuestra tasa de
no presentados era del 7,71%. Es decir, de cada 100 alumnos que nos confirmaban
su asistencia, 8 no aparecían ni avisaban de su ausencia. En el 2013 esa tasa fue
del 6,60%. Este dato nos deja un sabor agridulce. Por un lado no hemos
alcanzado el objetivo que con tanta ilusión perseguíamos (llegar a un 5% como máximo), por
otro, hemos conseguido reducir en un nada despreciable 15% esos 7,71% de
ausencias.
A la luz de estos resultados hemos
realizado un estudio pormenorizado de esos No Presentados con la idea de conocer
su procedencia y descubrir si existe un patrón que nos permita seguir
reduciéndolos. Lo hemos hecho con datos del ejercicio 2013.
A continuación os mostramos
alguno de los gráficos con los que estamos trabajando:
En el primero hemos destacado los
20 municipios con mayor porcentaje de no presentados. Aunque se puede observar
algunas cifras alarmantes (50% de no presentados!!) éstas suelen estar
asociadas a municipios con muy pocos empleados. De esta manera si solo han sido
convocados 2 veces a lo largo del año y hay 1 no presentado ya nos sale ese
50%. Pero estos casos son poco influyentes en el conjunto. Por eso estamos
trabajando con el segundo gráfico que os mostramos. En él, y para conocer la
procedencia de los no presentados con mayor incidencia en el resultado total,
hemos ponderado el porcentaje inicial multiplicándolo por su número
absoluto, de tal manera que hacemos desaparecer aquellos municipios que apenas
tienen empleados y nos quedamos con los que proporcionalmente por su número de ausencias,
por su volumen, o por ambas, inciden en mayor medida en el porcentaje global.
Como se puede ver en este segundo
gráfico (los círculos amarillos están proporcionados a la importancia del dato)
hemos seleccionado los 10 municipios que más contribuyen a que no se haya
cumplido el objetivo. Para que nos hagamos una idea: si consiguiéramos que esas
10 entidades no produjeran ningún no presentado, el % total de los mismos se
reduciría a la mitad, o dicho de otra manera, esos 10 municipios aportan el 50%
de los no presentados de toda la provincia.
Por eso vamos a comenzar un
trabajo de campo con esas 10 entidades para conocer cuál es su realidad e
intentar averiguar el porqué de esos índices tan altos con el
fin de intentar encontrar una solución conjunta. No obstante, antes de hablar
con ellos vamos a analizar los datos de absentismo de lo que llevamos de 2014,
para comprobar si esa tendencia se mantiene, y descartar que se tratara de un
dato puntual debido a causas exógenas.
También hemos estudiado la
cuestión desde otros parámetros, en los que no nos extendemos porque los
resultados son menos relevantes. Nos referimos a:
- Periodos en los que se da mayor nº de no presentados. Obviamente es el 3er. cuatrimestre con un 8,21% mientras que en el 1º es de un 5,40%. A mayor tiempo desde la convocatoria, más porcentaje de no presentados.
- Por modalidad formativa. Mientras que en los cursos blended learning la incidencia es de apenas un 4%, en los cursos online en estado puro, se disparan hasta el 10%. En los presenciales estamos en un 6%.
- Por colectivos profesionales. El mayor índice se da en los policías locales (12%), mientras que en el otro extremo de la tabla estarían los técnicos informáticos con apenas un 1%.
Hemos comprobado también por
comarcas, por tipo de relación laboral, etc. pero los datos obtenidos no son
significativos.
Somos conscientes de que la
solución a este problema, más allá de las posibles mejoras que se puedan
introducir en la gestión, vendrá de la mano del cambio cultural, y eso, en
todos los casos, requerirá del compromiso de todos y, en ningún caso, se podrá
hacer en poco tiempo.
¿Qué opinas? ¿Seremos capaces de llegar al ansiado 5%
de no presentados?¿Estamos ante un problema estructural de la propia concepción
de la formación?